Cargando...

02/01/24

Por una vida sin tabaco

BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR

  • A los 20 minutos, disminuye el ritmo cardiaco y baja la tensión arterial.
  • Dentro de las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
  • Después de 2-12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
  • En 1-9 meses, disminuye la tos y la dificultad para respirar.
  • En 1 año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
  • En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador entre 5 y 15 años después de dejar de fumar.
  • En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de un fumador, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
  • En 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.

MOTIVOS PARA DEJAR DE FUMAR

¿Está pensando en dejar de fumar? ¿Sabe las razones por las que quiere dejar? Si no está seguro, hágase estas preguntas:

  • ¿Qué me disgusta de fumar?
  • ¿De qué me pierdo mientras fumo?
  • ¿Cómo el tabaco está afectando a mi salud?
  • ¿Qué pasará conmigo y mi familia si sigo fumando?
  • ¿Cómo mejorará mi vida cuando deje de fumar?

Más motivos para considerar:

  • Tendré menos riesgo de tener cáncer, infartos, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cataratas y otras enfermedades.
  • Seré menos propenso a enfermarme y seré capaz de recuperarme más rápido si me enfermo.
  • Respiraré más fácil y toseré menos.
  • Mi presión arterial disminuirá.
  • Mi piel estará más saludable y lucirá más joven.
  • Mis dientes y uñas no se mancharán.
  • Estaré más tiempo con mi familia, podré adelantar trabajo o disfrutar de mi pasatiempo favorito.
  • No tendré que preocuparme sobre mi próximo cigarrillo o los sitios donde se puede fumar.
  • Mi comida sabrá mejor.
  • Mi ropa no olerá a cigarro.
  • Tendré mejor olfato
  • Seré un ejemplo para mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo; dejar de fumar requiere mucha fortaleza.
  • Protegeré a los que me rodean de los peligros del humo de segunda mano.
  • Mis hijos estarán más sanos.
  • Tendré más energía y estaré más saludableHaga una lista de todos los motivos por los que desea dejar de fumar y póngala en un lugar donde la vea continuamente. Cuando sienta la necesidad de fumar, mire la lista para recordar por qué quiere dejar de fumar. 

RECOMENDACIONES PARA DEJAR DE FUMAR

  • Fije una fecha para dejar de fumar. Darse un período corto para dejar de fumar lo mantendrá enfocado y motivado para lograr su objetivo. ¡Puede empezar a dejar de fumar hoy! 
  • Dígaselo a sus amigos, familiares y compañeros de trabajo.  Ellos pueden apoyarte y animarte a no ceder a tentaciones como los antojos. 
  • Anticípese a los desafíos.  Es importante que anticipe los factores desencadenantes y los desafíos en el próximo intento, especialmente durante las primeras semanas críticas. 
  • Elimine los productos de tabaco de su entorno. Es importante minimizar la exposición a las señales.

EFECTOS DE LA NICOTINA Y EL TABACO

Fumar daña a casi todos los órganos vitales del cuerpo. 

Cerebro

La nicotina de los cigarrillos es tan adictiva como la heroína. La adicción a la nicotina es difícil de vencer porque reorganiza el cerebro. El cerebro desarrolla más receptores de nicotina para recibir las grandes dosis de nicotina del tabaco. Cuando el cerebro deja de recibir la nicotina a la que está acostumbrado, se produce la abstinencia de nicotina y puede sentir ansiedad, irritabilidad y una necesidad fuerte de nicotina.

Dejar de fumar puede reorganizar el cerebro y ayudar a romper el ciclo de adicción. Un gran número de receptores de nicotina del cerebro volverá a los niveles normales después de aproximadamente un mes de haber dejado de fumar. Para controlar  la ansiedad se recomienda respirar profundamente para relajarse; beber agua, leer, dar un paseo, escuchar música o hacer cualquier otra actividad que lo distraiga.

Cabeza y rostro

Oídos. Fumar reduce la cantidad de oxígeno que llega a la cóclea, un órgano con forma de caracol que se encuentra en el oído interno. Esto puede provocar daño permanente y pérdida auditiva de leve a moderada.

Dejar de fumar ayuda a mantener la audición en buenas condiciones.

Ojos. Fumar provoca cambios físicos en los ojos que pueden poner en riesgo la visión. Uno de los efectos de la nicotina de los cigarrillos es la disminución de la producción de una sustancia química necesaria para que pueda ver por la noche. Además, fumar aumenta el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración macular (ambas pueden conducir a la ceguera).

Dejar de fumar detiene el daño que el tabaco produce en los ojos y ayuda a mejorar la  visión nocturna y preservar la visión general.

Boca. Fumar provoca daños en la boca. Los fumadores tienen más problemas de salud bucal (como llagas en la boca, úlceras y enfermedades de las encías) que los no fumadores. Aumenta la probabilidad de tener caries y perder dientes a temprana edad. También aumenta el riesgo de tener cáncer de boca y garganta.

Dejar de fumar mantendrá su boca más saludable y reducirá la posibilidad de padecer cáncer de boca y garganta.

Rostro. Fumar puede provocar que la piel se reseque y pierda la elasticidad, lo que provoca arrugas y estrías. El tono de la piel puede volverse opaco o grisáceo.

Dejar de fumar evita el envejecimiento prematuro de la piel y mejora el tono.

Corazón

Corazón estresado. Fumar eleva la presión arterial y aumenta el trabajo del corazón. Con el tiempo, ese esfuerzo de trabajo debilita al corazón y lo hace menos capaz de bombear sangre a otras partes del cuerpo. El monóxido de carbono del humo del cigarrillo que se inhala también aumenta la falta de oxígeno, haciendo que el corazón trabaje aún más. Esto aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, incluyendo infartos.

Dejar de fumar reduce los riesgos cardíacos.

Sangre viscosa y espesa. Fumar hace que la sangre sea espesa y pegajosa. Cuando la sangre es más viscosa, más debe trabajar el corazón para moverla alrededor del cuerpo. La sangre viscosa también aumenta las probabilidades de formar coágulos sanguíneos que bloqueen el flujo de sangre al corazón, el cerebro y las piernas. Con el tiempo, la sangre espesa y pegajosa daña el delicado revestimiento de los vasos sanguíneos. Este daño puede aumentar el riesgo de tener un infarto o un accidente cerebrovascular.

Dejar de fumar reduce la probabilidad de  formación de coágulos sanguíneos  y el corazón se ve menos forzado.

Depósitos de grasa. Fumar aumenta la cantidad de colesterol y grasa no saludable que circula en la sangre, lo que causa depósitos grasos. Con el tiempo, el colesterol, la grasa y otros depósitos se acumulan en las paredes de las arterias. Esta acumulación estrecha las arterias y obstruye el flujo normal de la sangre al corazón, el cerebro y las piernas. El bloqueo del flujo de sangre al corazón o al cerebro puede causar infarto o accidente cerebrovascular. El bloqueo en los vasos sanguíneos de las piernas podría resultar en la amputación de pies o dedos de los pies.

Dejar de fumar no elimina los depósitos grasos que ya existen. Pero sí baja los niveles de colesterol y grasas que circulan en la sangre, lo que ayuda a que la acumulación de nuevos depósitos grasos en las arterias sea más lenta.

Pulmones

Pulmón cicatrizado. Los pulmones de los fumadores presentan inflamación en las vías aéreas menores y los tejidos pulmonares. Cuando la inflamación continúa genera tejido cicatricial.  Estos daños llevan a cambios físicos en los pulmones y las vías respiratorias dificultando la respiración. Provoca que el pecho se sienta rígido o que usted sienta que le falta el aliento o produzca un silbido al respirar. Años de irritación pulmonar pueden generar una tos crónica con expectoración mucosa.

Dejar de fumar no impacta sobre las cicatrices existentes, porque son irreversibles. Pero sí detiene el daño pulmonar, siendo muy importante dejar de fumar antes de que los pulmones estén dañados en forma permanente.

Enfisema. Fumar destruye los pequeños sacos de aire, o alvéolos, en los pulmones que permiten el intercambio de oxígeno. Los alvéolos no se regeneran, de modo que, cuando los destruye, ha destruido parte de sus pulmones en forma permanente. Cuando se destruyen suficientes alvéolos, se desarrolla enfisema. El enfisema causa dificultad para respirar y puede ocasionar la muerte.

No existe cura para el enfisema. Pero dejar de fumar a temprana edad ayuda a no padecerlo.

Cilios e infecciones respiratorias. Las vías respiratorias están recubiertas por diminutos pelos, como los de un cepillo, llamados cilios. Los cilios movilizan el moco y los residuos para que los pulmones permanezcan limpios. Fumar paraliza temporalmente e incluso mata los cilios. Esto aumenta el riesgo de infección. Los fumadores presentan más resfriados e infecciones respiratorias que las personas que no fuman.

Dejar de fumar permite que los cilios se regeneren y puedan cumplir con su función, siendo más probable recuperarse de los resfriados y las infecciones.

ADN

El cuerpo está formado por células que contienen material genético, o ADN, que actúa como un "manual de instrucciones" para el crecimiento y el funcionamiento de las células. Cada soplo al fumar causa daños al ADN y cuando este se daña, el "manual de instrucciones" cambia, y las células pueden comenzar a crecer fuera de control y crear un tumor canceroso. El cuerpo intenta reparar el daño a su ADN, pero con el tiempo, fumar puede desgastar este sistema de reparación y conducir al cáncer (como el cáncer de pulmón). Un tercio de todas las muertes por cáncer son causadas por el tabaco.

Dejar de fumar ayuda a evitar un nuevo daño en el ADN y hasta puede reparar el daño existente, reduciendo el riesgo de padecer cáncer.

Abdomen y hormonas

Abdomen. Los fumadores tienen abdomen más grande y menos músculo que los no fumadores. Es más probable que desarrollen diabetes tipo 2, aunque no fumen todos los días. Fumar también hace que sea más difícil controlar la diabetes una vez que se tiene. La diabetes es una enfermedad grave que puede provocar ceguera, enfermedades cardíacas, insuficiencia renal y amputaciones.

Dejar de fumar reducirá la grasa abdominal y disminuirá el riesgo de padecer diabetes. Si tiene diabetes, ayudará a mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre.

Niveles bajos de estrógeno. Fumar disminuye el nivel de estrógeno de las mujeres. Los niveles bajos de estrógeno pueden causar resequedad de la piel, pérdida de cabello y problemas de memoria. Las mujeres que fuman tienen más dificultades para quedar embarazadas y tener bebés sanos. Fumar también puede conducir a la menopausia a edad más joven, lo que aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, como son las enfermedades cardíacas.

Dejar de fumar permite que los niveles de estrógeno vuelvan gradualmente a la normalidad,  aumentando la probabilidad de tener embarazos saludables.

Disfunción eréctil. Fumar aumenta la probabilidad de tener disfunción eréctil.

Dejar de fumar mejorar la probabilidad de tener una vida sexual sana.

Sangre y sistema inmunitario

Glóbulos blancos. Dejar de fumar hace que el cuerpo comience a sanar del daño causado por el tabaco. Con el tiempo el recuento de glóbulos blancos vuelva a la normalidad.

Cicatrización adecuada. Dejar de fumar mejora el flujo sanguíneo, permitiendo que los nutrientes, minerales y oxígeno lleguen a la herida y la ayuden a sanar adecuadamente.

Sistema inmunitario. Dejar de fumar hace que el sistema inmunitario,  al no estar expuesto al alquitrán y la nicotina,  se fortalezca, disminuyendo el riesgo de enfermarse.

Músculos y huesos

Músculos. Dejar de fumar aumenta el oxígeno en la sangre y ayuda a fortalecer los músculos.

Huesos. Dejar de fumar ayuda a fortalecer la estructura ósea. 

 

Fuentes consultadas:

Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud